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meditandoconlaika

La gente

La gente Cuando se quiebran las fronteras del yo, se comprende
que no hay nadie en casa
Menzan Zuihô

Yo no creo mucho en los políticos, Laika, ya que los considero gente que no está muy bien de la cabeza. Pero sé que han habido buenos políticos y si reflexiono un poco, lo que es raro, te podría nombrar a dos o tres. Allende creo que fue uno de ellos y Gandhi tambien. Jesús fue un excelente dirigente pero no le interesaba la política. Tambien estoy convencida que Martín Luther King fue un buen político y, si no lo hubiesen asesinado, hubiese llegado a ser un buen jefe de estado.

Con los dedos de las manos se cuentan estos hombres que nos faltan por su valentía, su coraje y sobre todo por su bondad. El resto, como dice muy bien la expresión francesa, c´est de la merde. Y muy grande.

Entonces hoy, viendo las noticias, he pensado que lo que importa no son los políticos sino más bien la gente. La gente normal y corriente, las pequeñas hormigas que viven sobre la tierra y luchan y sufren y mueren desapercibidas. Es decir, nosotros, la humanidad. Esto realmente importa, creo. Cada uno tiene una vida y esto es lo que hay. Nada más ni nada menos.

Laika, si miras bien a la gente entras en mundos realmente fabulosos y sorprendentes. Entras en la verdad, la realidad. La gente, cuando te fijas en ella, cuando la miras y te callas, cuando te acercas a ella en silencio y humildad, es una puerta hacia la verdad. Cada persona es portadora de una verdad bien particular, bien individual. Cada persona es un mundo, un firmamento, un paisaje, una música, un poema.

Me gusta mirar a la gente. Mirarla de lejos, de cerca, de lado, boca arriba, boca abajo, en la oscuridad, bajo la límpida luz solar. Pero mirarla. Y cuando hago este pequeño ejercicio de mirar, me pasa algo curioso. Por una parte, me olvido de quien soy, pierdo mi identidad, ya no soy yo pero el Otro, soy energía abierta, que capta; por otra parte sigo siendo yo pero otra, energía que recibe, que se alimenta. Una energía que solo es emoción y vibración. Esta energía que muchos dicen que es como una luz y claridad y entendimiento.

Mira, mira a la gente Laika... mira como es bella la gente, como lucha la gente y vive y ama y sufre... la gente. Como nos parecemos todos en esta marcha. Como somos iguales aunque nuestras vidas sean tan distintas. Aunque no tengamos el mismo color de la piel, ni rezamos el mismo Dios. Como nos parecemos en nuestras diferencias.

¡Me gusta, me gusta tanto la gente, Laika! Porqué río con ella, y lloro y me enfado y me veo en la gente, espejo y reflexión. Ah, este niño que acaban de matar es mi infancia que yace destrozada en el suelo. Y esta mujer asesinada es mi rabia que se despierta y grita. Los abuelos abandonados y dejados de lado son mis padres y mi propia vejez que veo en ellos... Y mira, mira esta pareja que se besa con dulzor, cuantos amores míos en estos labios ajenos. Y este trabajador que entra por la puerta, agotado, lleva en él todo el cansancio de la tierra que yo tambien vivo, intensamente...

Hoy en las noticias he mirado a gente llorar y sufrir a sus queridos que ya no estaban. Es tan triste ver el sufrimiento en los otros y lo único que yo puedo hacer es compartirlo. Y entonces es mi pena que vivo, mis queridos que ya no están y que de repente abren los ojos y me miran gracias a esta gente que me hace frente con sus vidas que son caminos de la verdad, de una verdad simple y bella.

¡Viva la gente, Laika!

7 comentarios

Sergi -

Me encanta mirara a la gente, y entre el tumulto, descubrir personas como tú, como toda esta república de las almas libres que somos todos...

Bonito bálsamo para mis ojeras estas palabras tuyas.

Gracias.

llidia -

Corazón, gracias por tu visita.

Te puedo asegurar que no soy una ovejita blanca. Soy una ovejita negra como el demonio :) Lo que pasa es que a veces soy blanquita y muy buena. Pero muy pocas veces. En realidad todos tenemos varias personalidades y van saliendo y expresandose. Hay que dar espacio a estos personajes para que no acaben por extrangularnos.

Si supieses lo que pienso realmente de los politicos... Yo misma me censuro en este sentido porque lo que diria oleria a hecatombe.

Un beso fuerte.

Corazón... -

Hola Ilidya :)

Yo me cuento entre las hormiguitas del mundo... y sabes? por fortuna del mundo y bien segura lo digo... que hay mas corazones buenos que malos.
Me encanta la forma en que visualizas a la gente... Sobre los políticos mejor no opino que si me leen me mandan a matar!!! :)
Y tú, claro que eres una obejita blanca :) nadamas hay que poner atención a tus letras y lo descubriremos...
Mil gracias por tus comentarios eres un sol!!!
Besos y saludos!

;o)

llydia -

Creo que hay una verdad para todos que es la que nos hace ser hormiguitas y que sufrimos y estamos aqui para aprender y nada más. La ultima verdad quizas sería la muerte.Y la de tener un corazón. Pero por desgracia hay muchos corazones que ni saben que son corazones.

Yo de obeja blanca nada. Pero gracias por el piropo... :)

Un besito de Laika,

Ardi -

Sí, pero...
cada uno lleva su verdad,
mas las verdades no coinciden.
¿Dónde está La Verdad?

Comparto, lamentablemente, tu opinión sobre los políticos, pero no tengo tu fe en "la gente" en abstracto. Los políticos son parte de esa gente. En la que hay bondad y maldad, generosidad y egoísmo, y raramente en equilibrio. Hay unos cuantoa miembros de "la gente" que preferiría que no me los presentasen. O que, si me los presentan, yo tuviese la oportunidad de darles para el pelo. :-)

(ya sabes, me llaman oveja negra) (muchas gracias por tu comentarios, llydia... a diferencia de mí, tú eres una oveja blanca) Bss

Hechi -

Cada persona no es sino un espejo, un reflejo d enuestro interior el tuyo debe ser realmente bonito cuando eso ves al mirarte en los ojos de los demás.
Maravillosa reflexión!!!
Abrazo al corazón...

Magda -

Hola Ilydia,
En la novela La tarde de un escritor de Peter Handke, el protagonista (un escritor) sale a recorrer las calles y, entre muchas otras cosas, mira a la gente y reflexiona sobre este mirar. La mirada siempre es responsable de lo que mira, que hermoso fuera que siempre miráramos como tu miras a la gente.

Un abrazo