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meditandoconlaika

Jueves 28 de julio

Jueves 28 de julio Lo complicado no es irse de viaje, Laika, aunque sea un viaje de ida solamente. Lo complicado es viajar con tantos animales.

No solamente estas tú, pero hay los otros miembros de nuestra pequeña y querida familia: Buda y Shiva, los tres pájaros, Lucia la rata, Minoushka y Salem. Ah, se me olvidada Pantunflas, el conejo. Y Nina, la perrita de mi madre.

Un viaje que podría ser una empresa relativamente simple se transforma en una expedición complicada. ¿Cómo viajar con tanto animal?

Pero ya he realizado las primeras verificaciones. Llamé a la Transmediterranea. Me han asegurado que podía viajar con animales de compañía y que no había limite. Tienen, en los barcos, unas casetas hechas expresamente para ellos. En avión es un poco más complicado, por lo de los Perritos de la Pradera. Me dieron un numero de teléfono para verificar sobre el transporte de estos roedores tan simpáticos.

Mucha gente que conozco me ha dicho que lo que tengo que hacer es simplemente quitarme de en medio a mis animales, o una parte de ellos. Siempre que me dicen una cosa de este tipo me quedo silenciosa. Es la única manera de aguantar un chasco que está en la punta de mi lengua. Un mueble, un objeto es algo que uno puede dejar de lado. Un animal, uno de mis animales, es alguien que hace parte de mi familia. El animal, cuando adoptado está bajo mi protección. Esto quiere decir que una gran cualidad mía se ha transformado en problema.

Creo que fue Gandhi el que dijo que la relación que tenemos con los animales nos define como sociedad. ¿Cómo los españoles se comportan con los animales?

Hoy ha sido otro día de calor, un sol como un gran fuego sobre nuestras nucas. No es de extrañar que nos encontremos mal, el cuerpo necesita agua, como la tierra. Somos sus hijos.

En Londres sigue la caza a los terroristas. Hasta que tiren sobre otro inocente que tenga piel de color azafrán.

Me he encontrado en el suelo de la habitación una salamandra, muerta y seca. ¿Desde cuando estaba aquí? ¡Que extraño! He mirado el simbolismo de estos reptiles tan bonitos y que saben tan bien adaptarse a la situación del momento: agilidad, movilidad y, sobre todo, aceptación del cambio. En silencio y con mucha delicadeza he cogido a la pequeña salamandra entre mis dedos. Le he agradecido su presencia en mi vida, aunque solo fuese un cuerpo sin vida.

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