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meditandoconlaika

Reflexiones sobre el invierno

Reflexiones sobre el invierno Aquí estamos, Laika, en pleno invierno.

En los países nórdicos hablar del tiempo que hace es el tema principal de todas las conversaciones. Uno vive pensando en ello día y noche. Es como una obsesión. Y lo primero que hace uno al despertarse es ir a la ventana y mirar que tiempo hace afuera. Esto siempre, verano como invierno, pero sobre todo en invierno.

He vivido en un país nórdico durante muchos años, Laika. Estoy hecha, en el fondo mío, de una parte de aquel paisaje blanco y gris, límpido como una capa de cielo helado. Los inviernos, que duraban 8 meses, han construido una parte de mi interioridad y yo he tenido que amoldarme a ello, para sobrevivir. Gilles Vignault, el gran poeta de aquel país mío, cantaba y muy acertadamente:

Mi pais no es un pais, mi pais es el invierno.

Y es que el Canadá es una tierra que roza el Polo Norte. Las temperaturas pueden bajar a menos 40. Uno puede pasar meses sin ver el sol. Es de noche a las 3 de la tarde.

Una, repito, esta hecha de esto, de paisajes de mármol, duros e intransigentes, de cielos grises, de temperaturas extremas. Una tiene dentro espacios de agua cristalizada, de Viento del Norte que viene cantando su sinfonía revoltosa y triste.

El invierno, después de tantos años de haber convivido con él, hace parte de mi personalidad, de mi mundo imaginario y de mi simbolismo personal. Por esto a veces sueño con el Polo Norte. O con irme a vivir en Groenlandia. El invierno, Laika, es una manera de pensar y de ver el mundo.

Ah, Laika, escucha la voz del invierno... Es una voz fría y profunda que habla de gran soledad, de interioridad, de separación. No es por nada que uno de los animales que representan más el Norte Canadiense en el arte Inuit es el oso. El oso representa el individuo solo en medio de un gran desierto blanco, frío y salvaje. Es, este animal majestuoso y bello, símbolo de soledad y de fuerza, de valentía y de coraje, de capacidad de adaptación y tambien del saber retirarse para invernar.

Estas fuerzas del oso pero que tambien estaban en los genes de los nativos del país, los indios, los Inuits, y luego más tarde en los grandes exploradores como Jacques Cartier. Cada emigrante que ha llegado en el país ha tenido que transformarse en un oso para sobrevivir. Yo así fui. Un oso de piel dura e impermeable, quizas un oso un poco romántico en mi caso, pero oso.

Y una parte de este oso que fui se ha quedado en mi, duerme en mí como en una cueva oscura y sencilla, protegido del viento, del frío, del mundo exterior. A veces me llama, está solo. Necesita que lo mime, que le diga que es normal este silencio, esta necesidad de alejarse, de retirarse para retomar fuerza y energía. Que es normal y sano esta necesidad de soledad, de cerrar puertas y ventanas al mundo exterior y de decir no. Le tengo que tranquilizar y alimentar con historias de nieve y frío. Con cuentos de osos aventureros que van hasta la punta del mundo para encontrarse a sí mismos. Tambien, a veces, le canto poesías dónde el Viento del Norte es el portador de mensajes que llegan de la tundra y de su mundo misterioso y habitado por animales que viven tambien una gran soledad.

El oso en mí cierra los ojos, en invierno, y se duerme en mis brazos maternos. Cuando llegue la primavera estará más fuerte y valiente.

Pero por ahora, Laika, hay que mirar el invierno como una etapa de transición recordando que todos, tú tambien, lo llevamos dentro como un tótem, con sus mundos mágicos y sus historias de frío.

10 comentarios

Ardi -

He comenzado por la foto, y me ha parecido ver a dos osos copulando, y me he sobresaltado... ¡llydia se me ha pasado a mi bando erótico!! :-)

No, no, ya veo que son más bien mis gafas las que me hacen ver torcido.

La piel gruesa e impermeable va bien a veces. Pero a veces es bonito mudarse el pellejo y dotarse de una piel de bebé. Te lo dice un cordero que por el verano se esquila :-p

En invierno a veces apetece arrebujarse, hecho un ovillo, como ese primo husky de Laika que corretea tirando del trineo y que, tras las noches de nevada, cuando despierta está debajo de un inglú natural, enterradito en esponjosa nieve.

Un beso en la nariz de esta osezna. :-)

Noctámbulo -

Vivo en un pueblo donde el invierno mismo es ese oso que duerme en alguna cueva perdida, porque las temperaturas más bajas que recuerdo aquí son de 10 grados centígrados y eso no amerita ponerse siquiera un jersey ligero.

A pesar de ello, yo disfruto especialmente los lugares fríos y las temporadas de lluvia, que normalmente asocia la gente con periodos de depresión. Para mí representa justo lo que dices, una época para retiro personal y meditación, un momento para reencontrarme en soledad, para reconocerme y recrearme.

Te agradezco por tanto las imágenes de invierno que nos regalas de vez en vez... y la piel de foca para mantenerme calientito cuando el frío apriete...

Un beso.

llydia -

Hola Hechi,
es verdad, tanto frío no es bueno. Hay que dejarse acariciar por el calor.

Pero el invierno es importante. Hay que aceptarlo y venerarlo, como el resto de las estaciones del año. Cada estación tiene su lugar propio. Por desgracia ahora las estaciones están un poco perdidas, de más en más menos definidas y esto es peligroso, y no solamente para la tierra. El cuerpo tambien tiene sus cuatro estaciones.

Un beso fuertisimo,

llydia -

Muralla,
es cierto, el invierno tiene dos colores, el claro y el oscuro. En Canada el invierno es blanco pero tiene sus matizes grises y su lado negro, que es la depresión. La falta de sol hace que mucha gente esté en este estado, o triste y de mal humor. Cuando llega la primavera hay una subida extraordinaria de suicidios. Es el lado oscuro y tenebroso del invierno. Es su faz trágica y dolorosa. De esto hablaré quizas un día. Por ahora quiero pensar en el invierno como un descanso mental y fisico, como un lugar entrañable como el que tu pintas.

Un beso fuerte,

llydia -

Muchas gracias, Art Alegoria.

Por cierto, he visitado tu pagina y me ha gustado mucho.

Hasta pronto,

hechi -

Bellísimo, pero ay, necesito una rayo de sol que deje atrás los fríos acumulados...tantos...
Besote en el corazón con sonrisa incorporada

muralla -

Como Rosa, soy del Norte, y conozco el invierno, y me gusta, pero el invierno también son cuentos alrededor de la lumbre, las castañas asadas, y desde luego, el hivernar sentimientos, como nuestro querido oso.
Me uno a tu invierno, queridiña, al calor del fuego y a la soledad que reconforta.
Besos. Muralla.

Art_Alegoria -

sencillamente excelente.

Excelente en trazo, tempo y matices.

Reseñable.
Enhorabuena.

Art_Alegoría

llydia -

Gracias Rosa por tu visita.

Un besito muy fuerte,

rosa -

Un placer que estes de nuevo aqui,te hechaba de menos.Una bellisima prosa nostálgica, yo me crie en el norte de España, y añoro aquellos inviernos y la nieve.Me faltarón los tiernos osos polares.
Ya pronto llega la primavera.
Besos.
Rosa