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meditandoconlaika

Pareja

Laika, hoy estoy de mal humor. Disculpa.

Envidio a Leticia de haber encontrado a su príncipe azul. Que suerte. Nosotras, pobres hormigas de cuatro patas, tenemos que soportar a nuestros hombres demasiado humanos.

Hay días en los cuales la vida de pareja me cansa. Es agobiante, como andar en medio del desierto. Me ahogo, siento que el aire falta. Y me pregunto entonces lo que estoy haciendo aquí. Será que me he equivocado de vida. O de persona. O simplemente de pareja. Quien es este hombre que está aquí, día y noche?

Hay días y noches que no le conozco. Días y noches que no sé quien es.Hay mañanas que no le quiero ver, noches que preferiría estar lejos de él.

Momentos en que si no estuviera, la vida me sería más soportable. Instantes en que sueño que de repente soy como una leona, libre, fuerte y sola.

Sin necesidad de ti, hombre de mi vida, amor mío. Sin necesidad de tu cuerpo, de tu mente, de tu calor. Simplemente yo, batalladora y valiente.

El problema de las mujeres, el más grave problema que tenemos las mujeres es el hombre. No sabemos lo fuertes que somos sin los hombres. No sabemos lo bueno que sería un mundo simplemente sin ellos como punto de mira.

(El problema de las mujeres y de la tierra, claro.)

El problema de las mujeres es esta presencia constante de hombres en todas partes, único punto de referencia. Todo lo que se decide, todo lo que se hace, todo lo que se propone está decidido, hecho y propuesto por hombres. La misma idea de vida de pareja es una concepción masculina.

Hasta el aborto está regido por los hombres. Nuestros cuerpos y nuestras mentes.

Las guerras, las bombas, las armas, la violencia conyugal, todo esto es del mundo de los hombres.

Cuando digo estas cosas mi amigo Joaquín se enfada conmigo. Dice que no tiene sentido lo que digo, que los hombres y las mujeres somos responsables de todo, que la violencia no tiene genero, que el mal está en cada uno de nosotros. El mal y el bien.

Laika, una pareja es un pequeño planeta con sus astros y sus tormentas. Como desearía de repente que llegase un cataclismo y lo tirase todo por el suelo. Que la base, este patriarcado insolente e indolente, desapareciese bajo los escombros. Al igual que los reyes con sus monarquías obscenas, el poder masculino, mafioso y autoritario, tampoco tiene razón de ser en el Siglo XXI.

Hay algo que no funciona en este planeta y es este desequilibrio entre el hombre y la mujer, desequilibrio que no nos deja avanzar, crecer, madurar como genero humano. Una pareja, decia D. H. Lawrence, son dos columnas que sostienen un techo. Una pareja son dos entidades, dos fuerzas iguales. El Ying y el Yang, el sol y la luna, la virilidad y la feminidad.

Pero mientras tanto, hasta que llegue este equilibrio, tendremos que soportar a los príncipes azules de cuento y a nuestros hombres que solo saben andar con una pierna. Es una lata, pero es lo que hay.

Vale, Laika, vale, salgamos de paseo y a ver si nos animamos un poco!

3 comentarios

Marcos -

De verdad la culpa de todo la tenemos los hombres?? Que opinarian las mujeres si se escribiese un texto idenico a éste pero dedicado a ellas.
Ya basta de decir que el problema del mundo somos nosotoros!!

lydia -

Querida Mónica,
muchisimas gracias por tu comentario.

Eres muy amable :)

Lydia

Mónica -

Hola Lydia.
Conozco tu blog a través de un amigo que tenemos en común.
Todas las mañanas, después de leer sus pensamientos mientras desayuna, entro en tu blog con la esperanza de encontrar un nuevo pensamiento que compartas con Laika.
Hay mucha gente que espera que sigas escribiendo.

Un beso