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meditandoconlaika

Milagros

Milagros Oh God, I thank you for having created me as I am. I thank you for the sense of fulfilment I sometimes have; that fulfilment is after all nothing but being full with You. I promise You to strive my whole life long for beauty and harmony and also humility and true love, whispers of which I hear inside me during my best moments.
Etty Hillesum

Laika, yo creo en los milagros...

Mira, mira que milagro es el haberte conocido y compartir algunos años contigo. Que regalo tan fantástico que la vida me ofrece con tu presencia constante y buena.

Laika... cuando nado en tus ojos veo en ellos el reflejo de la luna. Sí, tu tambien crees que es milagro mi presencia a tu lado. Y tú y yo somos como un espejo una para la otra. Y así hasta el final.

Tú me haces ver la luna en mis ojos.

¡Y es que la vida, la vida es tan así! ¿Cómo decir? La vida es un milagro en sí, una rareza, un misterio, un tesoro.

Milagro vivir. Milagro cuando por la noche me despierto y al volver la cabeza veo la presencia suave del hombre de mi vida, a mi lado y vivo, durmiendo, respirando, su corazón latiendo, su sangre fluyendo... Aquí esta, a mi lado, hasta el final, hasta que la vida diga basta.

Solo tengo que estirar el brazo, rozarlo con la mano, acariciar esta vida con mis dedos. Pero prefiero mirarlo y apreciar este instante que es un regalo, que pide silencio.

El silencio es una manera de contactar con el milagro.

Laika, la vida está llena de milagros, o llámalos como quieras estos instantes que de repente, como un rayo, nos enseñan un lado mágico de la vida, un lado sin fronteras ni barreras. Donde la mente está tranquila y ve la realidad sin mascaras. En realidad los milagros se dejan percibir cuando los ojos ven con la mirada del alma.

Que difícil se nos hace ver lo milagrosa que es la vida. Entre la guerra, la violencia, las penas y las desgracias. Y sin embargo, hasta en medio de todo esto el milagro yace, como una perla.

Déjame contarte una anécdota... En una de las mejores películas sobre la segunda guerra mundial, Slaughterhouse-five de George Roy Hill, hay una escena de mucho impacto que habla del milagro. Una fila de soldados presos americanos anda en medio de la que fue una de las ciudades más tranquilas y bellas de Alemania, Dresden, y que los aliados acababan de bombardear sin parar, durante tres días, del 13 al 16 de febrero de 1945, hasta aniquilarla totalmente. Ahora solo quedaban escombros, muerte, desgracia.

Pero en medio de toda esta tragedia va nuestra fila de soldados con la mirada perdida ante tanto horror y tanta devastación. De repente un soldado se aparta de la fila, vigilada por soldados alemanes. Acaba de ver algo en el suelo, una cosa extraña, un objeto misterioso. Lo recoge y lo muestra a su compañero. Se trata de una pequeña figurita de porcelana en forma de bailarina, algo tan frágil y tan delicado, inconcebible que una cosa así haya sobrevivido bajo tanto bombardeo y sin embargo aquí está en la mano del soldado que la mira con ojos maravillados como si viese la vida misma con su misterio y sus polaridades. Pero por el hecho de haber cogido algo del suelo este hombre testigo del milagro es instantáneamente fusilado por los soldados alemanes.

En medio de las ruinas había un tesoro escondido. Y esta es la anécdota que habla del milagro. Habla de la vida, de la muerte.

Si, Laika, los milagros hacen parte de todo esto que es la vida, todas las desgracias y las penas, los altos y los bajos, las oscuridades, el miedo, la alegría. Aunque no estemos en medio de una tragedia podemos ver lo milagrosa que es la vida. El milagro no es complicado, ni difícil de encontrar.

Milagro ver, oler, respirar, abrir los brazos, bailar. Milagro sentir la fuerza del corazón. Milagro esta capacidad de sonreír a un desconocido o de ayudar a alguien. Milagro el sol que nos calienta cada día, día tras día. Milagro la lluvia, el ocaso, la noche. Y la gente que me rodea con sus penas y alegrías. Y la tierra que sigue aquí, luchando a su manera contra vientos y mareas, presente, tan presente.

Milagro el amor.

Milagro el alma cuando hace el amor.

Milagro tú, Laika, yo, vosotros.

10 comentarios

Ardi -

¿Y cómo hace el amor... el alma?

muralla -

Creo en los milagros,como creo en todo aquello desconocido, pero hermoso, que puede alegrarnos la vida.
Me gustan los pequeños milagros cotidianos a los que muchos llaman casualidades...
Un abrazo.Muralla

Sergi -

He estado varios días “ausente”, aunque sabes que eso nunca es del todo cierto. Eso sí, desánimos aparte, apenas tenía tiempo de entrar, colgar algo en mi página y a duras penas leer los comentarios. Y para dejar mi estela en vuestras páginas… la verdad, no quería hacerlo con prisas. Me pongo al día:

Milagros son los regalos que me sonríen, y el silencio cercano los ilumina, pero el silencio en la distancia los difumina a veces, y uno no sabe a qué atenerse, pero nunca los olvida. Milagros, sí, sois vosotros.

Temblores de tierra son los latidos que me levantan, y las grietas añejas los delatan, pero la falla promete que resquebrajará mi mundo en dos, y se abrirán abismos entre lo que fue y lo que será, y uno no sabe donde esconderse, pero en el fondo siempre los espera, los anhela. Amor que cruje bajo las rocas de mi pecho, agitando el magma de mi sangre, para salir en volcán de besos y fundirme con Ella. Temblores, tormentas, tempestades, maremotos que nos recuerdan que somos vulnerables, que la Madre tiene la última y la primera palabra de los tiempos. Por eso adoro la lluvia, cuando desbarata nuestros planes.

Sigo esperando Su terremoto en mí. Con Su mirada tendría suficiente, como tú con la linda Laika.

Besos, amiga.

Pieladentro -

Conmovida de este diálogo hermoso y sensible, me resisto a los milagros, pero eso no quiere decir que no acontescan, verdad?? saludo cariñoso

Magda -

Los milagros... Sí querida Ilidia, existen los milagros en medio de tantas cosas difíciles. Un milagro para mi es la realización de un imposible y aunque se dan no muy seguido, cuando llegan es un sol. Un abrazo.

Corazón... -

Hola amiga :)

Yo...yo tambien creo en los milagros... milagro eres tú, ellos... y todos nosotros!

A pesar de las adversidades de la vida, cuando mas gris se pinta el cielo, llega el milagro y vuelve la luz!

El simple hecho de vivir, de respirar... de comtemplar todo, ahora mismo tus letras es un milagro!
Un beso y abrazo fuerte...

;o)

Fausto -

Es la 1ra vez que te leo, me conmovió un poco que todo este dirigido a tu perra, (aunque tengo la sospecha de que la tuya esta mas cerca de ser psicoterapeuta que astronauta), no es critica, yo mismo a diario tengo enriquecedores soliloquios con mi poderoso Argos.
Finalmente me parecen cursis las muñequitas de porcelanas, y como matemático analizo cada resultado en términos de sus posibilidades, pero aun así de vez en vez decido cerrar los ojos y prefiero pensar que fue un milagro.
Ciao.
Felicidades.

Joaquin -

Tu texto me ha recordado a una cancion de 10,000 Maniacs que me gusta mucho, en la que Natalie Merchant dice: "There is a miracle in every hour".

Milagro es que este aqui en Pisa leyendote y recordandote :-)

Noctámbulo -

Ilyadi, esta es la primera vez que te visito y me agradó mucho lo que haces. Yo tengo una perrita Dutchound que se llama Tequila y tiene unos ojazos coquetones que no se pueden resistir. Cuando algo extraño le llama la atención ladra como desesperada y es un milagro hacerla callar, pero de cualquier forma es como de la familia. Volveré a visitarte pronto. Un saludo afectuoso. ...

Ardi -

Yo no creo en los milagros, Llydia.
Pero es cierto, el solo hecho de vivir es tan excepcional, que es un milagro.
Y suerte tienes de poder extender la mano y rozarle...
Aprovecha, que lo bueno ... :-( [Ardi siempre negativo, negativo... se parece a aquel holandés que entrenaba al Barça... Van Gaal, el que te decía... ¿Chú eres choncho?]