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meditandoconlaika

El detalle

... Y luego, Laika, tres días mas tarde tiraron otra bomba atómica. Esta vez fue sobre Nagasaki.

Nagasaki, puerto importante. Era el 9 de agosto de 1945.

A veces dice la gente que es mejor olvidar el pasado. Quizas tienen razón, quizas no. Todo depende de lo que buscas. Proust, este experto en el viaje atemporal, no quería la verdad. El sabia muy bien que no existe una única verdad. Impresionista, Proust iba en busca de tonos, luces y ambientes para reconstruir un decorado que le diese una visión un poco más clara y de este modo entender con más nitidez. Pero siempre desde un centro intimo, desde su mundo interior. No quería verdades universales ni entendimientos históricos.

Cuando miro Hiroshima o Nagasaki no quiero que me den datos militares. Ni tampoco cifras absurdas a mi entendimiento. Dicen que murieron unas 75 mil personas aquel 9 de agosto. Y en Hiroshima unas 140 mil.

El detalle solo cuenta, el detalle.

¿Pero dónde está el detalle en una cosa tan monstruosa? ¿Tan titánica? ¿En este horror como sin fin? ¿Cómo encontrar este detalle que nos golpeará la frente y nos hará callar? Este detalle que nos dirá que ya no sirven las palabras.

En una revista de fotos de Life un día vi una foto que me hizo callar. De nada me servían mis recriminaciones en contra de la guerra del Vietnam, ni mis discursos antimilitaristas, ni mis argumentos por la paz. En la foto había simplemente una lapida y una mujer abrazaba la lapida llorando. El silencio de la foto me hizo callar. Todo el horror de la guerra estaba en aquella foto, en aquel pequeño detalle de la condición humana.

Cuando pienso en Hiroshima y en Nagasaki no encuentro nada. Es demasiado grande.

Me pasa lo mismo cuando veo algo sobre los campos de exterminación nazi. La mente rehusa, se niega a entender. Al principio apartaba la mirada, o cerraba los ojos. No quería ver. Y un día ose mirar. Pero busqué el detalle y lo encontré en los ojos de un prisionero. Se veían muchos, estaban en grupo detrás de una reja y fijaban el objetivo de la camara. Y solo miré a uno, y viéndole me callé. Entré en el silencio del detalle.

Pero Hiroshima y Nagasaki... ¿Dónde encontrar el detalle en medio del infierno? Las cenizas, el llanto de la tierra que acaba de morir, de repente.

Hay una película muy bonita que habla de este tema, es decir, de cómo llegar al otro, al otro que ha sufrido lo que la mente no puede captar. En Hiroshima, mon amour Alain Renais logra entrar en el detalle. Y este descubrimiento del detalle pasa por el amor. Si no hay amor no hay visión. El amor es la llave que abre las puertas del entendimiento.

Hiroshima, mon amour es la historia de una mujer que busca. No solamente entender lo que ha pasado y el porqué, sino tambien como seguir viviendo con Hiroshima. Qué es Hiroshima. Y para encontrar un sentido a ello esta mujer tendrá que buscar dentro de ella otros Hiroshimas, quizas porqué Hiroshima es un espejo gigante que nos muestra el detalle en grande.

La intolerancia, el racismo, el sadismo. Todo lleva a Hiroshima. La ignorancia, la miseria mental nos traen a Hiroshima. El despotismo, el nihilismo, el fascismo, Y hasta la condición humana nos muestran Hiroshima en toda su incandescencia dolorosa.

Hiroshima, mon amour habla de humildad y de compasión. Un hombre y una mujer se aman y esto aunque haya existido Hiroshima. Él es japonés, y ella es francesa. En el fondo todos estuvimos en Hiroshima, todos estaremos en Nagasaki.

Y, Laika, si no entendemos esta simple verdad seguirán habiendo Hiroshimas y Nagasakis.

1 comentario

Joaquín -

Pues tú encontraste muy bien el detalle el otro día: el niño con un dragón sobre el corazón.