Mujeres
Laika, me gustaría saber por qué están matando a mis hermanas. Por que cada día nos dicen que acaban de asesinar a una mujer.
¿Qué esta pasando?
Hermana, compañera, amiga que no conozco... El silencio de vuestra muerte, tan gratuita y tan brutal, es como un relámpago de fuego en el aire. Ninguna justificación para explicar que de repente ya no estéis aquí, que vuestra vida es de repente este cuerpo sin vida.
Os han matado. Un hombre, con su furia y su rabia y su miedo, os ha quitado la vida. Y no hay explicación. ¿O si? No sé, no sé...
En la calle, contigo Laika, camino y mi mirada acaricia estas mis compañeras. Cada mujer es un misterio, un mundo. Cuantas mujeres me rodean con sus vidas llenas de silencio e incógnitas. Madres, secretarias, azafatas, maestras, vendedoras, todas van y vienen. Y cada día una de ellas ya no está. Y el silencio de esta ausencia es como un golpe de puño en mi mente.
¡Mujeres! tengo ganas de chillar.
Hace poco vi en una portada de una revista británica 12 fotos de mujeres. Cada una era diferente de la otra en cuanto a su categoría social, su edad, su profesión. Y sin embargo todas tenían algo en común. Todas habían sido asesinadas por sus compañeros. Apuñaladas, estranguladas, torturadas, apaleadas...
¿Qué es lo que está pasando?
¡Mujeres! tengo ganas de chillar ante vuestro silencio. Este silencio que es como una venda que hace de nosotras unas ciegas. Y unas mudas. Y unas sordas. Ninguna ley podrá salvarnos si no nos salvamos nosotras ante y sobre todo. Ningún político ni ningún policía podrá impedir que un hombre mate a una mujer si no nos responsabilizamos de nuestra propia vida ante y sobre todo.
Y todas vamos andando como si no pasase nada. Como si una mujer asesinada no fuese importante. Como si esta historia no fuese nuestra historia. Ah, pensamos. Otra pelea que ha acabado mal.
Pero no es esto, Laika. Cuando matan a una mujer, cuando un hombre asesina a la madre de sus hijos, es un acto en contra de todas las madres, de todas las mujeres, de todos los hijos de la tierra, de todos los hombres... Es un acto en contra de la vida. No hay ninguna acción sin consecuencias. Todo acto tiene sus repercusiones y sobre todo el acto de matar, asesinar.
Ninguna ley no podrá impedir a un hombre matar a su compañera si esta no es capaz de chillar con toda su fuerza vital
¡NO!
Empecemos pues, ante y sobre todo, a decir no. No, no quiero. No, esto no lo acepto. No y no. No, no quiero vivir con un hombre que es violento. No, no, no a la primera bofetada, al primer chillido, a la primera humillación. No a la tortura psicológica, no a los abusos mentales y sexuales. Digo no. ¡Es no!
Y con este no bien integrado y bien vivido, decir no al sexismo. No a la pornografía que muestra a mujeres sumisas, no a la guerra, no a la violencia.
Y este no rotundo tiene que venir no solamente de nosotras, mujeres. Pero de todos. De nuestros hijos e hijas, a los que habremos enseñado a decir no, de nuestros compañeros para que ellos tambien sepan que hay que decir no. De nuestros trabajadores sociales, de nuestros políticos.
No, no quiero de este mundo dónde la vida de una mujer no vale un duro. Ni aquí ni en ningún lugar del planeta. No al político que sólo sabe hablar. No al maestro que sólo sabe enseñar el discurso del patriarcado. No a los mensajes que muestran que solo somos objetos sin inteligencia. Que somos víctimas.
Si Laika, es difícil decir no. Pero hay que decir no hasta que este no se transforme en un SI.
¿Qué esta pasando?
Hermana, compañera, amiga que no conozco... El silencio de vuestra muerte, tan gratuita y tan brutal, es como un relámpago de fuego en el aire. Ninguna justificación para explicar que de repente ya no estéis aquí, que vuestra vida es de repente este cuerpo sin vida.
Os han matado. Un hombre, con su furia y su rabia y su miedo, os ha quitado la vida. Y no hay explicación. ¿O si? No sé, no sé...
En la calle, contigo Laika, camino y mi mirada acaricia estas mis compañeras. Cada mujer es un misterio, un mundo. Cuantas mujeres me rodean con sus vidas llenas de silencio e incógnitas. Madres, secretarias, azafatas, maestras, vendedoras, todas van y vienen. Y cada día una de ellas ya no está. Y el silencio de esta ausencia es como un golpe de puño en mi mente.
¡Mujeres! tengo ganas de chillar.
Hace poco vi en una portada de una revista británica 12 fotos de mujeres. Cada una era diferente de la otra en cuanto a su categoría social, su edad, su profesión. Y sin embargo todas tenían algo en común. Todas habían sido asesinadas por sus compañeros. Apuñaladas, estranguladas, torturadas, apaleadas...
¿Qué es lo que está pasando?
¡Mujeres! tengo ganas de chillar ante vuestro silencio. Este silencio que es como una venda que hace de nosotras unas ciegas. Y unas mudas. Y unas sordas. Ninguna ley podrá salvarnos si no nos salvamos nosotras ante y sobre todo. Ningún político ni ningún policía podrá impedir que un hombre mate a una mujer si no nos responsabilizamos de nuestra propia vida ante y sobre todo.
Y todas vamos andando como si no pasase nada. Como si una mujer asesinada no fuese importante. Como si esta historia no fuese nuestra historia. Ah, pensamos. Otra pelea que ha acabado mal.
Pero no es esto, Laika. Cuando matan a una mujer, cuando un hombre asesina a la madre de sus hijos, es un acto en contra de todas las madres, de todas las mujeres, de todos los hijos de la tierra, de todos los hombres... Es un acto en contra de la vida. No hay ninguna acción sin consecuencias. Todo acto tiene sus repercusiones y sobre todo el acto de matar, asesinar.
Ninguna ley no podrá impedir a un hombre matar a su compañera si esta no es capaz de chillar con toda su fuerza vital
¡NO!
Empecemos pues, ante y sobre todo, a decir no. No, no quiero. No, esto no lo acepto. No y no. No, no quiero vivir con un hombre que es violento. No, no, no a la primera bofetada, al primer chillido, a la primera humillación. No a la tortura psicológica, no a los abusos mentales y sexuales. Digo no. ¡Es no!
Y con este no bien integrado y bien vivido, decir no al sexismo. No a la pornografía que muestra a mujeres sumisas, no a la guerra, no a la violencia.
Y este no rotundo tiene que venir no solamente de nosotras, mujeres. Pero de todos. De nuestros hijos e hijas, a los que habremos enseñado a decir no, de nuestros compañeros para que ellos tambien sepan que hay que decir no. De nuestros trabajadores sociales, de nuestros políticos.
No, no quiero de este mundo dónde la vida de una mujer no vale un duro. Ni aquí ni en ningún lugar del planeta. No al político que sólo sabe hablar. No al maestro que sólo sabe enseñar el discurso del patriarcado. No a los mensajes que muestran que solo somos objetos sin inteligencia. Que somos víctimas.
Si Laika, es difícil decir no. Pero hay que decir no hasta que este no se transforme en un SI.
15 comentarios
llydia -
Sergi, gracias por tu visita. Y es cierto que a veces hay como un desierto interior, y largos silencios... Cambios de tiempo, el otoño tambien está lleno de fantasmas...
Un beso para todos y todas,
Sergi -
Sí, hay que decir NO, a tantas cosas...
Se te extraña, amiga. Ayer se cayó la foto de Laika del marco donde tengo las postales, y la cambié de sitio, seguro que ella prefería la otra esquina y me lo dijo.
Estrujabrazo desangelado pero sincero.
llydia -
el amor del que tu hablas no es amor porqué si así fuera sí que sería bendición.El amor es bendición. Lo otro es inseguridad y miedo. Y esto no es amor. El amor une, el miedo separa. Es miedo lo que hace que por una parte los hombres maten y por otra parte las mujeres se hayan puesto en una relación como victima. La victima tiene miedo. El verdugo tambien.
Es muy complicado y estoy de acuerdo con los otros comentarios, es decir que no veo una solución a corto plazo. No creo que solamente estemos hablando de algo que se arreglará con la educación ni tampoco con la ley. Es toda nuestra manera de ver y de pensar la vida que tendría que cambiar, pero drasticamente. Y esto no lo veo posible. La condición de la mujer, aqui y en el resto del mundo, tendría que cambiar. DRASTICAMENTE. Pero para esto hay que cambiar, es un decir, todo lo que hace el patriarcado, es decir nuestro mundo.
Como esto es sencillamente imposible, lo que tenemos que hacer es cambiar individualmente. Es lo unico que podemos re-pensar, re-crear. Es un granito de arena, cada cambio individual. Vale. Es muy lento. Estoy de acuerdo. No importa. Así se hizo el mundo. Poco a poco, con mucha paciencia. Con mucho amor y tenacidad. Alomejor dentro de 20 mil años podrá dislumbrarse un pequeño cambio. Algo entonces habremos hecho para esto.
Un abrazo para todos, todas,
Ardi -
Es cierto que muchas mujeres, demasiadas (una sola es "demasiado"), están muriendo a manos de hombres. Raro es lo contrario, aunque también sucede. Y últimamente están conociéndose casos de parejas gay en las que uno de los dos componentes sufre malos tratos, e incluso este año se ha publicado una muerte indicando la causa (cuántas veces no se dice que el/la que cayó por un balcón tal vez fue arrojado por su pareja).
Lo que hace que los hombres sean los asesinos (infinitamente más que a la inversa) tiene que ver mucho con la mayor fortaleza física del varón y la menor fortaleza moral. Cuántos hombres después de matarlas se suicidan. A éstos poco le importa la ley: "si la matas te enviaremos a la cárcel" ¡y qué!, si piensa condenarse a muerte él mismo. La naturaleza humana, la naturaleza de las relaciones, de las pasiones, de las parejas... somos un mundo de vanidades, desprecios, obsesiones, dependencias, amores ciegos. El amor mismo es muchas veces más un castigo que una bendición, una exhibición de bajezas más que de grandeza. Este fenómeno de crueldad infinita se arrastra desde el comienzo del hombre-animal, se da en todas las culturas y no desaparecerá.
Ardi -
Hace mucho que no creo en la bondad innata del hombre. :/(
quintin t s -
un saludo
http://qts2809.acelblog.com/
Chihiro -
No sólo deben cambiarse las mentalidades. Los mensajes que se envían desde los medios (ahora quizás ya no tanto ni tan exageradamente, porque se mira mucho más todo lo que se emite y publica) sobre el papel de la mujer, a menudo son vergonzosos. Hacen que perviva, se justifique y se promueva esa actitud.
Chihiro -
Antes estas cosas también pasaban. No es algo nuevo. Pero se maquillaban. Por lo menos en España eran conocidos como "crímenes pasionales", pero se trataba exactamente de lo mismo, lo que ahora se conoce como "violencia doméstica" o "violencia de género" o "violencia contra la mujer". Ahora ya no se utilizan eufemismos, que es un gran logro, porque encima era vergonzoso hacerlo pasar un asesinato así por algo "romántico". Quizás las cosas se han "precipitado" porque los tiempos cambian por suerte y las mujeres, por suerte también, toman consciencia y se salen de ese papel tradicional que se les asignó, de sumisas servidoras y sufridoras en silencio. Obviamente, a los machos a los que ese rol les iba perfecto, ahora no lo acaban de encajar y sólo saben "castigar" la supuesta "rebeldía", y hacerlo así.
Es un problema político y legal, sí, y deben tomarse medidas en todos los ámbitos. Pero soy pesimista en ese sentido. Creo que hasta que no cambie o se regenere el tejido social, hasta que no se asuman de verdad las igualdades y derechos de las mujeres, el resto sólo son parches. Se endurecen las penas y la opinión pública responde a los crímenes, pero la mentalidad de muchos hombres no ha cambiado. Y sólo algunos asesinan, pero la actitud es igual para los que piensan y no llegan a actuar así.
blind -
llydia -
agradecida por tu comentario. Muchas veces tengo la misma visión del hombre y de la humanidad que la tuya... y escribir, sin embargo, me ayuda a tomar espacio entre lo barbaro y lo terrible de la condición humana y mi interioridad. Por esto escribo y procuro comunicar y escucho que mi dolor es compartido por otros seres. Esto es bueno y reconfortante, quiere decir que podemos sobrevolar todo este horror y sostenernos depié. Que podemos ver la injusticia y ver lo que es justo. Que somos más que solamente hombres. No sé si me entiendes, lo que quiero decir es que somos más que hombres. Somos contacto y bondad. Y mi perra,Laika, es más que un perro, es contacto tambien. Y los arboles que nos rodean, y el cielo y las flores.
Cuando estoy muy deseperada abro el diario de Etty Hillessum y escucho sus palabras que nos habla directamente en el alma. Y es bueno escuchar esta voz, la suya y la nuestra porqué nos ayuda a entender que por mucho horror y por mucha desesperación siempre siempre somos más que esto. Etty vivió un momento muy duro de la humanidad y supo apreciar la belleza de cada instante, su particularidad, supo contactar con lo que tenia enfrente, un arbol, un libro, un amigo, su mundo interior. Y nunca renunció a ser feliz.
Gracias.
Noctámbulo -
Anónimo -
Anónimo -
Corazón... -
Cuando será el día en que el mundo comprenda que ser mujer no quiere decir debilidad...
Una mujer es inteligente, emprendedora, valiente, capaz. Con los mismos derechos que un hombre... Pero sólo hasta que aprenda a decir un NO podra liberarse de todas las etiquetas que le han puesto... Que el No, como dices tú, como dice Magda un día no muy lejano se convierta en un Sí, fuerte que llegue a todas las mujeres del mundo!
Un beso y abrazo, feliz semana...
;o)
Magda -
Muchos abrazos. Besitos de parte de Popi para Laika