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meditandoconlaika

Melanie o el lado oscuro del otoño

Melanie o el lado oscuro del otoño Tout ce qui se dit d´une forêt est vrai, ou le devient.
Colette, En Pays connu

Oro y sangre en el aire es el otoño.

Laika, escucha la voz del otoño... Hay muchas historias de otoño, extrañas y misteriosas, historias tristes... y te voy a contar un cuento triste de otoño. Es un cuento que nunca he contado a nadie.

Empieza en verano con una niña que se llamaba Melanie. Era una niña muy bonita, como las que te gustan a ti, como las que contigo juegan a tirarte de las orejas. A Melanie tambien le gustaba jugar con los perros, sobre todo con Firgoff, mi bello labrador retriever, negro como el bosque era mi buen perro manso. Firgoff le acariciaba las manos, que tenia todas regordetas, y esto hacia reír a Melanie. Cuando Melanie ríe es el sol que se despierta, así es la risa de una niña de apenas 6 años.

Así la recuerdo. Riendo y suspirando de alegría.

Pero los veranos son cortos, a veces apenas hay veranos en aquel país que fue mío durante una larga época de mi vida. Y entonces llega el otoño, con su olor a viento del Norte y su sabor a hojas mojadas. Llega el otoño con sus cortas tardes grises, su tierra mojada, sus arboles de colores múltiples. Y es que el otoño tiene un murmuro muy intenso pero muy pocos saben oírlo. De nada sirve chillar en otoño, nadie oye nada. Las puertas se cierran, las ventanas son bocas oscuras... Todo va preparándose para el invierno, el duro blanco invierno que pronto llegará con su hielo y su dureza transparente.

El otoño es tierra húmeda y un día encontraron sobre ella el cuerpo de Melanie, en el bosque no muy lejos de casa. Las pequeñas y delicadas piernas de Melanie sobre la piel de la tierra.

Un hombre la había raptado y luego la había abandonado en el bosque, atada a un árbol. Aquel hombre, que apenas tenia 20 años, era un ogro, el ogro del otoño, el que espanta a las niñas, a las sombras, al que los perros ladran cuando lo ven. Y Melanie no pudo salvarse del bosque dónde esperaba el ogro.

Melanie en medio de un bosque oro y rojo. Nadie oye sus gritos, ni su llanto, ni sus suplicas. El otoño apaga la luz de los corazones, eso decían las gentes de por allá.

Luego, caminando con Firgoff en las duras noches de otoño, yo oía la voz de Melanie. En el borde del canal, cerca del bosque, me paraba. Firgoff miraba a lo lejos. El tambien la oía. Un llanto triste, sí, muy muy triste... Y nos preguntábamos los dos, inquietos ¿dónde está Melanie? ¿Acabó durmiéndose sobre la tierra aún caliente, tan amarilla y suave? Dinos que sí, Melanie... Dinos que si, que vino un delfín dorado que te llevó sobre su espalda fuerte y sabia y que viste ranas y grillos y alas de pájaro, alas de estrella.

Como ves, Laika, este cuento de otoño es muy triste. A veces el otoño es así y no se le puede hacer nada.

5 comentarios

llidia -

Gracias por vuestros comentarios a todos vosotros. Me encanta oir vuestras voces hablarme del otoño, de vuestra visión del otoño.

Yo creo que el otoño tiene varias facetas,varias caras, una triste, una alegre, una recogida, una romantica, y muchas más. Todas son el otoño y todas son importantes porqué el otoño es asi. Todas las voces del otoño nos hablan... del otoño.

Esta historia de Melanie, que es una historia de verdad ya que Melanie existió realmente, no es el otoño pero un color del otoño. Y tambien lo triste y lo negro debe expresarse y vivir. Tambien lo negro tiene su lugar porqué de lo contrario se transforma en vereno.

Un beso para todos.

Juanjo -

Pues yo tengo una versión muy diferente del otoño. El otoño es como volver a empezar cada año, y uno elige si empieza triste o con ganas de ser feliz.

Muy bueno el post, felicidades.

Un saludo.

Corazón... -

Hola Ilydia ;)

Cierto a veces la vida es así... y no podemos hacer nada...
Oye me plante la pregunta...no podemos o no queremos? Tu texto es triste eso es verdad, pero mira te aseguro q en otoño hay dias nublados, otros con un sol brillante, algunos con mucha lluvia pero despues sale un arco iris... Hoy, necesito creer así.

Disfruto estas lecturas es un placer visitarte...
Un beso.

;o)

Sergi -

Amo la pureza de la nieve y la desnudez de los árboles, amo la insolencia de las flores y los árboles engalanados, amo la orgía del verano y los árboles preñados, pero jamás podría vivir en un país sin otoño, sin el oro y la sangre, y sus árboles sabios con túnica de azafrán, orientales y místicos.

Será porque nací en el epicentro del otoño y aún me dura el terremoto.

Me gusta venir aquí...

la hechicera de la luna -

Realmente triste y bello tu cuento...laika me recuerda al nombre de una perrita que había en mi barrio...hermosa forma de contarlo desde la sencillez, por momentos me recordó a Gala y su dama de otoño, bellísimo!!!