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meditandoconlaika

La risa, simplemente...

La risa, simplemente... Mieux est de ris que de larmes escripre, pour ce que rire est le propre de l´homme.
Rabelais (1483, 1553 )

Laika, mira esta foto. En ella se puede ver una cara de un señor con rostro de payaso. ¿No ves? Es mi viejo profesor.

Desde que terminé mi licenciatura no lo he vuelto a ver. Fue, el señor Parc, mi mejor pedagogo, el más integro y, creo, el más inteligente.

Un trimestre seguí un curso sobre Rabelais, con mi querido maestro. La chica que empezó las clases no era la misma que las terminó. En el periodo de tres meses Rabelais y el señor Parc me enseñaron muchas cosas. La más importante: lo necesaria que es la risa.

Hay que reír, Laika, hay que reír. La risa, decia el señor Parc, cura el alma y ayuda a guardar la mente sana. Riamos, pues. ¡Abrir el libro y empecemos!

Fueron unas semanas intensas y bellas. Reíamos, los alumnos, como crios, felices y serenos. Al entrar en la clase las paredes desaparecían y emprendíamos una marcha intemporal por la vieja tierra de Rabelais, La Loire. Con Rabelais como guía. Con mi viejo profesor como interprete.

Decia el señor Parc:

- Cuando Rabelais estuvo de medico en Montpellier, los archivos del hospital muestran que hubo menos decesos y más curaciones. Era un medico que hacia reír a sus pacientes.

Su obra, desde su famoso Pantagruel hasta El Quinto Libro, es un estudio intensivo sobre la condición humana pero con la risa como personaje principal.

¨Es verdad, dice Rabelais, que este libro no es perfecto menos en materia de reír. Mi corazón no puede elegir otro tema ya que veo en que pena os encontráis. Mejor tratemos el tema de la risa que el de las lagrimas ¨

El sufrimiento y la muerte del hombre; las torturas que se les hacían a los presos, la guerra, el poder, la moda, la filosofía, la inquisición, la educación... De todo habla Rabelais y todo es materia para reír. Y en exceso para que podamos verlo mejor y entenderlo. La política, lo social, la religión, el matrimonio, Rabelais no se olvida de nada. Comer, beber, follar, cagar, ver, tomar, amar, odiar, matar, nada en absoluto es dejado de lado. Crudamente y sin mascaras. La tierra, el fango, el humus, el semen, los excrementos, la sangre, la vida. Rabelais nos abre no solamente el alma para curarla de sus peores temores. Nos abre las vísceras y nos muestra, riendo, de que materia estamos hechos.

Nuestro siglo, el siglo XXI no es más tranquilo que el siglo de Rabelais. Pero hemos perdido, Laika, el sentido de la risa. No sabemos utilizarla para ayudarnos a vivir. Para criticar y mostrar. Para señalar y apuñalar.

Pero tenemos que reír, Laika.

Se me vienen a la mente tres artistas que me recuerdan vagamente a Rabelais. Son tres cineastas que han sabido utilizar la risa para compensar el dolor y acariciar el alma herida.

El primero, un italiano, Fellini. Es cierto, sus películas son muy ¨rablesianas¨ por sus excesos y sus temas terrenales, la madre y el sexo, los hombres y las mujeres, el amor, el circo. La soledad y la desesperación desaparecen al ver una película de Fellini. Ríes. En el mundo de Federico Fellini, la risa es como la tierra que se abre y te abraza y te cura.

El otro artista es español, Luis Buñuel. Buñuel, como Rabelais, ríe de todo, a su manera. Del machismo, de la religión, del poder, de la muerte. Hasta en sus películas más melodramáticas que realizó en México, la risa se encuentra escondida detrás de la rigidez de los personajes que actúan como autómatas, en medio de un decorado sobrio, casi oriental, como si estuviésemos viendo un teatro de marionetas. Pero la violencia y lo absurdo tienen una presencia constante en las películas de Buñuel y hay que reír de ello para verlo y reconocerlo.

Y el ultimo artista es Buster Keaton, el mejor cómico del cine mudo, maravilloso acróbata y excelente payaso que supo reír y hacernos reír del ser humano, del amor, de la pasión, del machismo, de la guerra, del patriotismo...

Parc nos aconsejó, al terminar el curso, que en cualquier momento de desesperación abriésemos la obra de Rabelais.

- Entrar en ella, decia, dejaros llevar por la risa, por la exageración y las bufonerías, por la fiesta y el carnaval. Y no olvidéis que no hay nada mas serio que Rabelais.

Aquí tengo el libro, Laika. Mira lo viejo que está, lo usado, lo querido. Es mi Biblia y mi amuleto. Es un libro que no cambiaría por nada del mundo. Ya ves.

4 comentarios

Sergi -

Me siento como si siempre llegara a la misma estación del pueblo de Virginia Woolf cuando ya ha partido el tren, pero me deleitara con el griterío de hierros frotándose y el murmullo del vapor.

Me gustaría tener más tiempo para leerte, para verte.

Rafis -

A veces es mejor tomarse la vida a risa, todo saldra mejor y los problemas parecen mas pequeños.

Corazòn... -

Hola ;)

Gracias por tus comentarios, por tus letras hacia mi...

Sabes, a veces es preciso reir en la adversidad... Y para algunas personas el solo hecho de respirar parece dar alegrìa... Asì lo dijo Willian Morris.

Que tus labios nunca dejen de pintar una sonrisa...

Saludos.

;o)

UnChicoNormal -

Qué bonito y cierto... Me apunto a tu (nuestro) juego de luz y cal.

Un abrazo sincero. Y gracias.